Clases para niños cristianos

En todas las iglesias es importante crear clases para niños cristianos muy divertidas, pero que al mismo tiempo puedan comunicar la palabra de Dios de una forma efectiva.

Esto puede significar un verdadero reto para algunos maestros de la escuela dominical para niños, porque el mensaje se debe adaptar a la edad y nivel de compresión de los pequeños. 

Por eso, aquí vamos a compartirte 3 ideas de clases que puedes realizar para los niños de tu iglesia con edades entre 4 y 6 años, en donde te mostraremos cómo puedes usar una historia muy entretenida para transmitir pequeñas pero valiosas lecciones de la biblia.

3 Clases para niños cristianos con historias divertidas

1. La carreta roja:

Carlos y Ana tenían una carreta de color rojo y la llevaron hasta arriba de la montaña porque querían montarse en ella para bajar rápidamente y disfrutar de un divertido paseo. 

Pero ocurrió algo inesperado porque chocaron con una piedra y gracias a Dios Ana y Carlos no sufrieron ningún daño, pero la carreta se rompió.

Entonces, Carlos y Ana tuvieron la idea de llevar la carreta a casa de su abuelo para que él la reparará. El abuelo de los niños acepto arreglarla por lo cual le colocó piezas nuevas en madera y la dejó en perfecto estado.

Luego los niños ayudaron al abuelo pintando la carreta de color rojo. El resultado final fue una carreta completamente nueva con un color muy vivo.

Los niños se sintieron agradecidos y le dijeron a su abuelo: “Gracias porque tú lo hiciste todo”.

Entonces el abuelo respondió: “Yo no hice la madera porque esa viene de los árboles y Dios fue quien hizo todas las cosas”.

El abuelo les explicó: “Primero Dios creó los cielos y la tierra y luego comenzó a crear cosas hermosas como el mar, las montañas, las flores y los árboles”.

Entonces Carlos le preguntó al abuelo “¿Por qué Dios hizo todas esas cosas?”

El abuelo respondió: “Las hizo porque él quería construir un hogar especial para ti y para mí, porque de todas las cosas que Dios hizo las que más ama son a las personas. Por eso, Él sabe nuestros nombres y conoce todo de nosotros, por eso, espera que también le llamemos a Él.

2. Soy demasiado pequeña:

En un día hermoso Juan y María le preguntaron a su mamá si podían jugar en el parque. 

La mamá le dijo que sí, pero que no ensuciarán su ropa porque más tarde irían a ver a su abuela.

Cuando los niños fueron a jugar se encontraron con un pequeño arroyo y vieron que había una tabla larga colocada para poder cruzarlo. Juan camino a través de la tabla pero María tomó una decisión diferente. 

María quiso cruzar el arroyo a través de unas piedras que formaban una especie de camino, pero estas estaban muy resbaladizas y María se terminó cayendo en el agua llena de lodo. 

María y Juan trataron de limpiar el vestido pero mientras más lo intentaban peor se ponía.

Los niños decidieron regresar a casa y cuando su mamá vio el vestido de María meneo la cabeza y dijo: “Les pedí que no ensuciarán su ropa.

Entonces María agacho su cabeza y dijo: “Lo siento mamá, perdóname por desobedecer lo que me pediste”.

La mamá respondió: “No estuvo bien hecho, pero te perdono hija, debes aprender a obedecerme”.

María se sintió muy mal y le dijo a su mamá: “Pídele al Señor Jesús que venga a mi corazón para que yo pueda ser más obediente”.

Su mamá le dijo: “Hija yo no puedo pedirle eso a Él, porque es algo que debes hacer por ti misma”.

María respondió: “Pero Yo pensaba que era muy pequeña para pedirle a Dios que venga a mi corazón”.

La mamá abrazó a María y le dijo: “Mira lo que dice la palabra de Dios, nosotros nacemos con pecado en nuestro corazón cuando tienes edad suficiente para entender esto, entonces ya puedes pedirle perdón a Dios y aceptarlo como tu Salvador.

María preguntó ansiosamente: “¿Quieres decir que puedo recibir a Dios en mi corazón ahora mismo?”

“¡Si claro!” Dijo la mamá.

De inmediato, ambas se arrodillaron y María comenzó a orar: “Querido Dios me arrepiento de mis errores, perdóname, Gracias por amarme, te pido por favor entres a mi corazón. Me siento demasiado feliz de saber que no soy pequeña para pedirte perdón”.

3. Dos cumpleaños:

Claudia estaba feliz porque había sido invitada a la fiesta de cumpleaños de su vecina Nancy. Cuando llegó la hora indicada Claudia junto con su hermano se fueron a la casa de al lado en donde se haría la fiesta y cuándo llegaron se pusieron a jugar con los otros niños.

Pronto llegó el momento de cantar el cumpleaños. Por eso, la mamá de Nancy trajo el pastel el cual tenía cinco velitas.

Cuando terminaron de cantar el cumpleaños Nancy sopló las velas de su pastel y mirando todos los regalos que había recibido dijo: “Cómo me gustaría tener una fiesta de cumpleaños más de una vez al año”.

Entonces, Claudia le respondió: “Tú puedes tener dos cumpleaños en un mismo año como lo hago yo”. 

Nancy pregunto: “Cómo es eso posible?” 

Claudia respondió: “Mi primer cumpleaños es como el del resto de las personas, pero yo tengo otro cumpleaños desde que me convertí en hija de Dios”

“Cuando tú naces por primera vez lo haces en la familia de tus padres, pero Jesús dijo que tienes que nacer nuevamente para pertenecer a su familia, por eso cuando yo recibí el Señor en mi vida nací en la familia de Dios y ahora tengo dos cumpleaños”. Explicó Claudia. 

Luego Nancy dijo: “Yo quiero recibir a Dios mi corazón para ser parte de su familia”.

“Para eso, solo tienes hablar con el Señor” dijo Claudia.

Enseguida las dos niñas se pusieron a orar y Nancy dijo las siguientes palabras: “Dios Gracias por amarme y por morir en la cruz por mis pecados. Por favor entra en mi corazón y acéptame en tu familia”.

Después de esto, los niños estaban tan conmovidos y emocionados que volvieron a cantar el “Feliz Cumpleaños”.


Con estas 3 clases para niños cristianos podrás mostrarle a los más pequeños, valiosas enseñanzas bíblicas de una manera divertida que les permita comprender el mensaje y guardarlo en su corazón.

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