La biblia nos dice que el amigo en tiempo de crisis se convierte en un hermano, Proverbios 17:17. A partir de esto podemos asumir que la amistad juega un papel fundamental en la vida de cualquier cristiano. Pero ¿cómo escoger a los amigos? ¿cómo construir un buen nivel de confianza? ¿cómo debe ser la amistad en los caminos de Dios?. La biblia nos da las respuestas a estas preguntas en varios de sus pasajes.
La clave para una amistad cristiana exitosa es la comunicación
Actuar así es una de las formas necesarias para conectar con Dios, según las advertencias de este versículo de la Biblia sobre la amistad. Este pasaje es parte del Sermón de la Montaña de Jesús (Evangelio, basado en San Mateo 5:1-12). Nuestras interacciones con otros en la iglesia son más placenteras y productivas cuando están acompañadas de una amistad genuina.
Por ejemplo, las enseñanzas de los maestros del Evangelio que no se hacen amigos de sus alumnos rara vez tienen un impacto y resultados duraderos. Todavía atesoro una cita de un maestro de seminario que amaba y que dijo que estaba agradecido de ser mi amigo y que aprendió mucho de ello.
Construir una amistad cristiana requiere tiempo y esfuerzo
Como cristianos enfrentamos desafíos especiales para formar y mantener amistades. Con nuestras lealtades al matrimonio, la familia y la iglesia tan altas, a menudo sentimos que no tenemos el tiempo o la energía para extender una mano de amistad a quienes están fuera de nuestro grupo inmediato.
Un hombre que desea el bien a su amigo y lo busca, para ello es necesario conocer el carácter y el comportamiento de la otra persona, lo que sólo se consigue invirtiendo tiempo, superando muchas pruebas, generando confianza entre amigos, creciendo y garantizando la estabilidad de su amor mutuo.
Para confiar el uno en el otro, los amigos necesitan compartir experiencias. La convivencia en el tiempo no sólo tiene la función de validar y fortalecer la amistad y es una condición necesaria para disfrutar de la mutua compañía, sino que también es una condición indispensable porque brinda oportunidades para que los amigos crezcan juntos en la virtud.
Las amistades cristianas se basan en principios bíblicos
Encontramos que la Biblia coloca el amor en el centro de las relaciones sociales en las que se desarrollan las amistades. Jesús nos dijo que el segundo mandamiento es “amar a tu prójimo como a ti mismo”, que, junto con amar a Dios, es la conclusión de toda la Biblia.
En resumen, es comprensiblemente sabio acudir a la Biblia en busca de consejos que le ayuden a discernir mejor qué amistades debe entablar con las personas de su entorno y cuáles definitivamente se deben terminar.