Queremos hablarte un poco sobre lo que significa la provisión de Dios. Es probable que creas que esta bendición solo aparece en momentos difíciles relacionados con las finanzas, pero la verdad es que la provisión del Señor va mucho más allá del dinero.
Dios siempre provee para su pueblo en tiempos difíciles
Nunca debemos dudar de la bondad de nuestro Dios, sino continuar confiando en su amor y cuidado, incluso cuando Dios permite situaciones que no nos gustan, podemos refugiarnos en Él y en su protección. Él promete estar con nosotros todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:20).
Descansemos en sus promesas y en la abundancia de su bondad para todos los que en él confían. La gente necesitaba comida en el desierto, Dios los sacó de Egipto, entonces Dios proveyó comida. Nunca hace nada de manera parcial o incompleta, Dios siempre planea cada detalle de nuestra vida y detecta cada necesidad.
Dios toca a todos los pueblos de diferentes maneras
En lo que respecta al pueblo de Dios, él usa una de las naciones más malvadas del mundo entero para enseñarles que Él quiere que lo busquen de todo corazón. A Dios nunca le gustó lo que estaba haciendo Babilonia, sin embargo, tomó algo del mundo como herramienta para moldear a su pueblo. Dios se preocupa por cada parte de nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo. Así como las facetas de su carácter son infinitas, Dios nos provee de formas que van más allá de nuestra capacidad de pedir o comprender (Efesios 3:20).
Podemos confiar en su bondad, guía y cuidado pastoral para hacer más por nosotros de lo que podríamos hacer por nuestra cuenta. Dios nos ha proporcionado un medio para desarrollar una relación íntima, amorosa y obediente con Él, que nos permite entrar en calidad de vida con los demás. Aquellos que tienen al Señor como su Pastor pueden decir: “Nada me falta” (Salmo 23:1).
Dios nunca deja solos a sus creyentes en tiempos difíciles
No confíes en tu propia fuerza ni en tu propia justicia. Vuélvanse a Dios, en Él está la salvación. Él obrará a tu favor y te dará la fuerza necesaria para afrontar los problemas o dificultades que se presenten. ¡Acércate a él hoy y obtén sus poderes!
No dejes que el miedo te venza, recuerda que cuentas con la ayuda de Dios. Confía en Él y alimenta tu espíritu diariamente, hablando con él y leyendo sus palabras. Recuerda todas las cosas buenas que Dios ha hecho a lo largo de la historia y en tu propia vida. A medida que aumenta tu confianza en Dios, el miedo disminuye.